El Barcelona gano en el Vizcaya Arenas al Real Madrid por 80-61 en la final de la copa de SM el Rey. Los piojosos que salen son los que pitaron cuando sonó el himno nacional.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Cada vez entiendo menos o me estoy volviendo tonto o es que el mes de Febrero me pone el cerebro flojo…
Se celebra la final de una competición donde los que ganarán se llevarán con honor una copa singular: la Copa del Rey de España. Y digo del Rey de España, ni Francia ni Portugal.
Pues mientras que los equipos luchan sinceros por ella, aficionados ‘dolidos’ que a presenciarla se acercan han recibido con pitos (y gritan y hasta abuchean) la interpretación del himno. Si no soportas a España, algo más que respetable, tranqui, no pasa nada, no tienes que molestarte en acercarte a la cancha donde habrá representantes (hasta los mismos monarcas) invitados a sentarse en el palco de la grada, pues se celebra, no obstante, la Copa del Rey de España.
Es como si siendo ateo te presentas un domingo en plena misa, muy digno, y pegas un abucheo cuando el cura o el obispo reza allí el Padrenuestro ¿qué haces en ese sitio? ¿tienes vela en ese entierro?.
¿O son ganas de sufrir? Porque hay que ser masoquista para sin miedo acudir, siendo un nacionalista, a tal semejante cita que lleva el nombre de España en la Copa que se entrega, y sentarte allí en la grada sabiendo que fijo suena tu amado himno de España.
Yo debo ser poco listo o me he vuelto poco cuerdo pero incluso los ministros, que no son unos cerebros, entenderían lo mismo o al menos eso yo creo.
El Barcelona gano en el Vizcaya Arenas al Real Madrid por 80-61 en la final de la copa de SM el Rey. Los piojosos que salen son los que pitaron cuando sonó el himno nacional.
1 comentario:
Cada vez entiendo menos
o me estoy volviendo tonto
o es que el mes de Febrero
me pone el cerebro flojo…
Se celebra la final
de una competición
donde los que ganarán
se llevarán con honor
una copa singular:
la Copa del Rey de España.
Y digo del Rey de España,
ni Francia ni Portugal.
Pues mientras que los equipos
luchan sinceros por ella,
aficionados ‘dolidos’
que a presenciarla se acercan
han recibido con pitos
(y gritan y hasta abuchean)
la interpretación del himno.
Si no soportas a España,
algo más que respetable,
tranqui, no pasa nada,
no tienes que molestarte
en acercarte a la cancha
donde habrá representantes
(hasta los mismos monarcas)
invitados a sentarse
en el palco de la grada,
pues se celebra, no obstante,
la Copa del Rey de España.
Es como si siendo ateo
te presentas un domingo
en plena misa, muy digno,
y pegas un abucheo
cuando el cura o el obispo
reza allí el Padrenuestro
¿qué haces en ese sitio?
¿tienes vela en ese entierro?.
¿O son ganas de sufrir?
Porque hay que ser masoquista
para sin miedo acudir,
siendo un nacionalista,
a tal semejante cita
que lleva el nombre de España
en la Copa que se entrega,
y sentarte allí en la grada
sabiendo que fijo suena
tu amado himno de España.
Yo debo ser poco listo
o me he vuelto poco cuerdo
pero incluso los ministros,
que no son unos cerebros,
entenderían lo mismo
o al menos eso yo creo.
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